Seguramente hayáis oído hablar muchos de vosotros sobre la usabilidad web y la UX, bien porque trabajáis en un departamento de marketing, bien porque lleváis el blog de vuestro negocio, o bien porque simplemente os suena haberlo oído alguna vez.
Pero, ¿alguna vez os habéis llegado a plantear de verdad qué es? Es más, ¿sabías que, aunque el objetivo es similar, son conceptos muy diferentes entre sí?
No te preocupes, sigue leyendo estas líneas y te explicaremos algunas claves sobre la UX y por qué es tan importante en el diseño web.
Usabilidad y UX no son lo mismo
Como ya hemos mencionado anteriormente, son dos conceptos que persiguen un mismo objetivo: una navegación eficiente, pero cada uno utiliza una metodología distinta.
La usabilidad es el grado de facilidad de navegación que tiene una página web para los usuarios. Es decir, cuán fácil o difícil es para una persona curiosear nuestra página.
Obviamente, cuanto más fácil sea la navegación en nuestra web, mejor grado de usabilidad tendrá. Algo que además los usuarios valorarán muy positivamente, lo que se traduce en mayor confianza, conversiones… Es una cadena en la cual un solo elemento bien hecho producirá una serie de resultados positivos.
¿Qué elementos comprende la usabilidad web?
- Accesibilidad: todos los elementos de la web deben estar a la mano del usuario. No debe haber ningún rincón oculto, oscurantismos, etc. Y si hay alguno, debe redirigirse adecuadamente a otro lado para evitar cualquier confusión.
- Diseño: parece obvio, pero no nos estamos refiriendo solo al aspecto visual de la web, sino también a su capacidad de adaptarse a distintos dispositivos (lo que se llama diseño responsive). Esta suele ser una asignatura pendiente en muchos diseños web, porque pueden verse preciosos en un ordenador y ser un perfecto caos en la pantalla de un móvil.
Un dato: Google está empezando a penalizar a aquellas webs que no cuentan con diseños adaptados a diferentes dispositivos. Un motivo más para hacer hincapié en este aspecto
- Claridad: nuestro usuario tiene que saber en todo momento dónde está, qué es lo que está viendo y las opciones que tiene de forma clara. Transparente como el agua. En el momento en el que le hacemos dudar o mostramos un elemento confuso que le genere incertidumbre, se irá por donde ha venido.
- Manejo: aquí entran los tiempos de carga, enlaces que funcionen, contenido de calidad, arquitectura de la información… quizás sea este el aspecto más técnico y minucioso. Aunque básicamente es prestar atención a los datos que vas recopilando e, incluso, pedir a una tercera persona que te cuente su experiencia navegando por tu web. También puedes recurrir a test de usabilidad remota como Gazepoint o Userlytics si no tienes a nadie cerca para ayudarte.
UX: la codiciada atención de los usuarios
Ahora que ya os hemos contado en qué consiste la usabilidad, vamos a dar un paso más: hablemos de la UX.
¿Qué es la UX? Ni más ni menos que la experiencia del usuario.
Lo vamos a explicar con un ejemplo. Imagínate que quieres hacer un viaje Madrid – Valencia. Durante el trayecto verás mucho campo, quizás alguna vaca, un paisaje muy monótono seguramente.
Pero, ¿qué es lo que pasa cuando empiezas a vislumbrar el mar a lo lejos, en el horizonte? Que te emocionas, te gusta más, (sobre todo para los que no están acostumbrados a vivir en zonas de playa). De repente, conducir o ser copiloto es más agradable porque el paisaje es más bello: ves el mar azul, el sol en lo alto, hueles y sientes la humedad del ambiente… estás de mejor humor, en definitiva.
Lo mismo ocurre cuando navegas por una web bien hecha. Disfrutas. Te pierdes en su galería fotográfica, te entretienes en el apartado “Sobre mí”, en sus entradas de blog tan interesantes… Eso es la experiencia de usuario. Esto es, en definitiva, lo que buscamos todos cuando creamos una web: que el usuario se quede con nosotros porque le encanta nuestro contenido y lo que le podemos ofrecer.
Para concretar un poco, podemos decir que la UX o experiencia de usuario engloba tres aspectos clave:
- Usabilidad: este elemento ya explicado con anterioridad es el que permite navegar al usuario de forma eficiente y eficaz. Ya habéis visto todo lo que engloba: diseño, velocidad de carga, contenido de valor…
- Confianza: el usuario, a través de lo que le estás mostrando, debe confiar en ti. Tienes que conseguir que todos esos elementos que incluyes en tu página web tengan tal armonía que, en esos cinco primeros segundos que necesita para juzgarte, decida que eres alguien de fiar y que le gusta lo que puedes ofrecerle. Todo un reto, ¿verdad?
- Seguridad: esto es clave, e insistimos mucho en ello. Está muy relacionado con el aspecto anterior: si le das confianza a alguien, le das seguridad. Y si le das seguridad a alguien, le das confianza. Tu web tiene que ser segura, tener los protocolos actualizados y los certificados al día. No te puedes permitir que alguien entre a piratear tu web o suplanten tu identidad, perderías de un plumazo todo el esfuerzo que has realizado anteriormente.
Una página web que genere confianza
Ahora que has visto la diferencia entre UX y usabilidad web, puede ser que te hayas quedado abrumado con la cantidad de elementos que tienes que tener en cuenta para tener contento a tu usuario.
Y tienes toda la razón: ganarse la confianza de una persona en la vida real cuesta trabajo y esfuerzo. En el mundo web es aún más difícil, ten en cuenta que todos aquellos que entren en tu página no ven tu cara, no hablan contigo directamente. Tú les hablas a ellos a través de tu contenido.
Por eso jamás debes olvidar, a la hora de diseñar, maquetar o plantear tus contenidos en tu página web, que tu fin último no es vender. Tampoco es mostrar al mundo tu catálogo de productos, ni explicar con un discurso narrativo perfecto en un vídeo cómo se cambia una bombilla.
Tu fin último es que confíen en ti. Comprende eso, lucha por este objetivo, céntrate en lo que los usuarios buscan, quieren y esperan que les ofrezcas. Dáselo, ¡escúchalos!, y tendrás el cielo ganado para ellos.
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